Exposición NEHEE,NDEI SAA NI KAI...ven a ver lo que pinté












Ver cambiar a las nubes en el celaje inmenso.


Los colores revolotean por los cuadros de Vicente Mesinas. Amarillo,rojo, anaranjado, giran infantiles en una materia nebulosa, sedeslizan hacia recónditas zonas de luz, emergen de un fondo sombríopara estallar plenos ante nuestros ojos.
Adentrarse en la trayectoriaincierta de los esgrafiados que revelan el pasado coloidal de la tela,indagar en las texturas orgánicas, en los trazos intempestivos delartista, es encontrar cada vez formas reveladoras de otras, vercambiar a las nubes en el celaje inmenso.Con el plano Mesinas establece un vínculo íntimo, intuitivo. Su formade habitar el mundo es pintando. Reflexiona, se reflexiona, sobre latela; existe en ella.
Voltea el cuadro, lo pone sobre el piso, locoloca en la pared como si viajara de un lugar a otro del mundo, de suvida, como lo ha hecho. Sabe que no sirven las palabras. Entonces setorna color, trazos, se vierte. Recuerda y se violenta, vuelve alpresente y se aleja; se deja de sí. Se deja decir. Es movimiento,búsqueda. No teme errar el camino. Mancha y limpia. Se accidenta.Provoca accidentes. Se deja poseer por las sensaciones que lo recorrenal estar frente a su horizonte.Lo que nosotros observamos en la sala de exposición es el rastroúnico, fragmentado, de un animal poético que repta sobre el óleo. Elrostro del artista que se deforma por las contradicciones anímicas,por la intención de redimir ansiedades añejas, y vuelve a ser lo quenunca había sido. Asistimos a la reinvención expresionista de unartista abstracto.El presente en la pintura de Mesinas está marcado por el movimiento yla libertad creativa apuntada hacia un equilibrio en la composición ylos trazos. Los grandes formatos (dípticos de 1.80 m x 4.0 m), perosobre todo su tratamiento: problematizando sus inquietudes plásticasde manera abstracta, no restando importancia a ninguna parte delplano, soltando el brazo para imprimir a la tela la intensidad delimpulso que lo anima, lo vinculan con corrientes como elabstraccionismo lírico y el expresionismo abstracto.Hay en Mesinas una voluntad creativa desarraigada de compromisosestéticos y, menos aún, de mercado. Su obra es plenamente intuitiva,cimentada en reminiscencias orgánicas alusivas a una identidad queoscila entre el mundo indígena originario y aquél transaccional. Sealejan de quienes gustan de un estilo preconcebido. Buscan comunicarsede manera íntima con el escucha atento.El ejercicio que ha planteado Mesinas para esta exposición es parahacerse notar: contrastar algunas de sus obras pintadas en 2005, conla producción actual. Sea usted bienvenido a ver la obra de VicenteMesinas.


Alonso Aguilar Orihuela.


















No hay comentarios: